Día 30

Hoy:

  • En la liga de fútbol de Tayikistán (que se celebra con normalidad pero sin público) pusieron unas vallas publicitarias que decía: “Stay strong Spain! Tayikistan is praying for you!” que en castellano se traduce como “¡Mantente fuerte, España! ¡Tayikistán reza por ti!
  • Pedro Sánchez advierte que aún no estamos en una segunda fase y que sigue el confinamiento.
  • El escocés Peter May escribió en 2.005 una novela sobre una cuarentena por una pandemia (Lockdown – Confinamiento) que fue rechazada por “distópica e irreal”.
  • En España llegamos a los 166.831 casos, de los que 17.209 personas han fallecido y 62.391 pacientes se ha recuperado.

Hoy me ha dado la vena escritora y me he puesto algo filosófico. Pido perdón de antemano.

En estos días que todos estamos pasando por una situación similar, tendemos a diferenciarnos de los demás, porque siempre nos sentimos distintos al resto del mundo. Es cierto que somos diferentes:

  • Los hombres tenemos el dedo índice más corto que el dedo anular y la mujer los tiene prácticamente del mismo tamaño.
  • La “nuez” está más marcada en los hombres.
  • Los órganos sexuales del hombre son externos y los de la mujer internos.
  • Los pulmones y el corazón son más grandes en el hombre que en la mujer.
  • La mujer nace con un número determinado de células reproductivas y el hombre las puede producir hasta su muerte.
  • Las mujeres tienen mejor sensibilidad a los sonidos y distinguen más cantidad de colores que los hombres.
  • El hombre produce más testosterona y la mujer más progesterona, lo que hace que el hombre se incline más por la actividad física y la mujer más por la actividad intelectual.
  • Los hombres tienen un mayor número de conexiones en la zona cerebral frontal y en la mujer es mayor en el hemisferio derecho, lo que hace que el hombre destaque más en matemáticas y deportes, y la mujer en memoria, inteligencia e intuición.

Esto son hechos científicos que diferencian a hombres de mujeres, y si nos fijamos bien, los dos sexos son complementarios, por lo que siempre tenderemos a buscar nuestro complemento perfecto. Algunas personas lo encuentran en otras de su mismo sexo, pero no quita que siempre debemos buscar ese complemento que nos haga sentir completos, y que si estamos solos, no llegaremos a conseguir esa plenitud que tendemos a buscar en nuestro entorno. Varias personas conforman una familia, con similitudes por su parentesco, pero con las suficientes diferencias para crear una individualidad colectiva en un entorno impuesto, ya que nadie escoge a su familia. Un grupo de amigos se puede convertir en nuestro nuevo universo familiar, donde deben existir diferentes formas de pensar y actuar para que todo el grupo cree ese complemento que andamos buscando. No nos podemos conformar con rodearnos de personas que tengan nuestro mismo pensamiento, aunque tampoco de quienes piensan diametralmente distinto, ya que en lugar de encontrar un grupo de coexistencia, nos encontraremos en uno de discusión y disputa por intentar imponer su opinión contraria a la nuestra, o por ser nosotros los que intentemos oponer nuestros convencimientos. Siempre debemos buscar el complemento, que no la oposición. Si a mí me gusta la nata y busco a otra persona que también le guste, podremos llegar a luchar por conseguirlo antes que la otra parte. En cambio, si a mí me gusta la nata y encuentro a otra persona que le gusta el chocolate, podemos comer cada uno lo que nos gusta sin pensar que la otra parte se quiera quedar con parte de lo nuestro, o que nosotros mismos estemos queriendo obtener lo que posee la otra persona. Yo soy bético y tengo amigos béticos y sevillistas, pero cuando el tema futbolístico se sube un poco de tono, automáticamente cambio de cuestión por considerar que existen temas demasiado banales como para discutir y enfrentar a personas que piensan diferente, pero que no tienen que imponer sus ideales a los demás. Estoy en varios grupos de Whatsapp que en cualquier momento comienzan con la típica discusión de las bondades o maldades del Gobierno, y falta que uno diga blanco para que rápido salga alguien a decir que es negro. Los grupos en las redes sociales son muy útiles para enterarse de lo que ocurre en el entorno que abarca ese tipo de grupo. Si entro en un grupo de aficionados del Betis será para comentar algo que se “cueza” dentro de esa entidad deportiva, pero no para decir nada sobre mis estudios o sobre la planitud de la tierra. Si estoy en un grupo de mi urbanización, pretendo servir de ayuda y comentar con mis vecinos cualquier cosa relacionada con nuestro entorno, y si se habla de alguna cuestión política, debería ser sobre la que nos afecta a nivel ayuntamiento y cualquier ente político que pueda mediar o entorpecer nuestras gestiones, pero si hablamos sobre Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado, Santiago Abascal o Joaquim Torra, estamos yéndonos “por los cerros de Úbeda”, estamos tratando temas de “partidología política” y estamos desuniendo a un grupo que no fue creado para esos menesteres. La unión hace la fuerza, y a todo nuestro entorno le hace falta tener muchísima fuerza para afrontar tanto el reto viral actual, como la lucha vecinal que tendremos por delante cuando todo esto pase.

P.D. – La información diferencial entre hombre y mujer que he puesto al principio, son datos científicamente comprobados, extraídos de varias publicaciones científicas (yo también me ha mirado la mano para ver si era cierto eso del dedo índice y anular).

¡A por otro día!

¿Te gusta?