Hoy:
- Francia confiscó un millón de mascarillas que estaban destinadas a España
- Argal alimentación reparte 7.000 kilos de productos de charcutería a hospitales
- YouTube proporciona recursos de aprendizaje para familias de todo el mundo obligadas al confinamiento.
En lo personal:
He estado todo el día enfrascado en un problema de programación informática que no he podido resolver hasta por la noche, de ahí que no haya escrito antes sobre esta jornada.
Con el buen tiempo que ha hecho, aproveché los momentos libres para arrancar malas hierbas y tirar la basura. Fui en coche hasta los contenedores (3 bolsas de comunidad hasta arriba de residuos entre la semana pasada y ésta). La máquina excavadora no estaba aparcada en la puerta del vecino que vive al lado de los contenedores (desconozco si ha decidió no aparcarla más ahí por las protestas vecinales o es que estaba en algún trabajo utilizándola). Yo iba con guantes y mascarilla para tirar esos residuos, pero es cierto que se está apoderando de nosotros ese miedo al contagio que puede llegar a ser más peligroso que la propia infección.
Podría decirse que soy un privilegiado que puede salir al patio, tener un minihuerto, ver la luz del sol y tomar el aire todos los días, y sólo hago pensar en aquellas familias que viven en un piso (si es de interior, peor aún) sin salir de sus casas por el coronado (que hoy es nuestro auténtico rey que decide quién enferma y quién no) y que tienen que tener contadas todas las baldosas de su casa, los azulejos del cuarto de baño y los pasos que hay desde el principio hasta el final del pasillo. Está claro que todos nos debemos quedar en casa y sólo salir para cosas de auténtica necesidad, pero no todos nos quedamos en las mismas casas, no todos pasaremos esta etapa en las mismas condiciones, y por supuesto, no todos saldremos de esta situación en las mismas condiciones “mentales” que cuando comenzó este periplo.
Hay un programa de radio que me encanta y que retransmiten en Onda Cero en directo las madrugadas del sábado al domingo y del domingo al lunes. Se llama La rosa de los vientos, y puedes encontrar todos los podcast aquí. Es un programa bastante entretenido que habla de todo tipo de temas, desde ovnis hasta la vida de Jesucristo, desde espionaje hasta qué hay en el más allá, desde virus hasta cine, desde biografías hasta medicina. Ahora lo dirige Bruno Cardeñosa, pero su creador fue Juan Antonio Cebrián, que comenzó con “Turno de noche” y que siempre tenía como lema la frase “Fuerza y Honor”. Me he acordado de esto precisamente por esa frase, que creo es la que mejor se debe aplicar en estos tiempos:
¡¡¡Fuerza y Honor.!!!
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